Historia: el que sabe, sabe. Receta:
muffins rellenos con dulce de leche
Muffins |
El 8 de septiembre fue el
cumpleaños de mi hijo Leandro, excelente cumpleaños por cierto, donde disfrutó
junto a sus amigos y la familia. Ese día la fiesta de los chicos se realizo en
el horario de 17:00 a 20:00 hs, pero algunos de los niños y en especial los
hijos de amigos nuestros, lógicamente, se quedaron hasta tarde y en especial
“Tiago” (Tiaguete para mí). Tiago es uno de los amigos de mi hijo que además es
vecino de la cuadra. Como verán dije “cuadra” y no manzana como generalmente se
señala. Esto es producto de la geografía de la ciudad donde vivimos. Es una
ciudad que en casi su totalidad tiene manzanas que son cerradas con una
rotonda, calles donde la entrada es la salida. Por este motivo hice referencia
al término: cuadra. Continuando con el relato, este niño amigo de mi hijo se
quedo a dormir como invitado del cumpleañero, algo que ellos manejan de manera
habitual, bajo la paciencia absoluta de los respectivos padres, mas la nuestra.
¡A lugar! Diría el juez, quiero decir que todos estos niños son maravillosos y
la verdad es muy agradable verlos juntos a cada uno de ellos por que son estupendos.
Al día siguiente, domingo, me
levante muy temprano como es de costumbre, mientras acomodaba algunas cosas de
la casa y realizaba actividades en Internet, mientras corrían los termos de
mate y los muffin que preparó mi esposa (Estaban exquisitos) Increíblemente la
mañana junto al sol y el leve fresco pasaron como bala de cañón, llegando así
el medio día.
Me desconcentró el sonido de la
tecla de luz de la cocina en el silencio de la sala, era Tiago que se había
levantado, minutos mas tarde realizaba su aparición el hombrecito de la casa,
quien se quejaba por su despertar debido a las patadas recibidas por su
invitado, pero… amigos son los amigos. Luego de los saludos pertinentes y los
comentarios obligados del día anterior, decidieron salir al parque de la casa a
disfrutar de un mediodía a puro básquet y por que no un poco de futbol. Pero
las actividades duran poco tiempo cuando el hambre apremia. Una vez en la
cocina decidieron que era hora de aprovechar los manjares y nada mejor que
comer unos ricos “Panchos” (Risas) Mientras los niños disfrutaban el almuerzo
con mayonesa, ketchup y mostaza, me dedique a disfrutar del exquisito vitel
tone. Leandro que es una luz, al ver el cuadro, rápidamente pidió su parte y
accedí con gusto. Ahora bien, luego de servirle a mi hijo, inmediatamente le
serví a Tiago y al acercar la suntuosa porción, el rechazo del exquisito plato
golpeó mi pecho:
¡No!
-
¿Perdón? ¿Te llenaste con el pancho?
-
No.
-
¿Entonces por que no?
-
No me gusta el vitel tone…
-
¿Es un chiste?
-
No.
-
¿Lo probaste y no te gusto?
-
No, no lo probé…
-
¿Cómo es que no te gusta entonces? ¡Si no lo probaste!
No podes decir que no te gusta si no lo probaste…
-
Probé el que hace mi mama y no me gusta…
-
A ¡No! ¿Mama es cocinera?
-
¡No!... (Risas)
-
¡Que tengo cara de dentista! ¿Quién es el que sabe
acá?... Te voy a decir algo, cuando a vos no te guste algo venís y me decís:
Adolfo, no me gusta tal cosa, yo te la preparo y vas a ver como pasa a ser
inmediatamente tu comida preferida… ¿Esta claro? El que sabe, sabe y el que no
es dentista…
-
Bueno.
La conversación termino con risas
y algunas miradas cómplices, estos niños me tomaron el tiempo y me conocen
mejor que nadie. Así de esta manera cada uno continuó con sus respectivas
actividades, los chicos se fueron al club a ver el partido de rugby del hermano
mayor de Tiago y yo partí a mi trabajo.
Ya una vez sumergido en mis
actividades y luego de varias horas, suena el teléfono, observo por el visor
que la llamada provenía de mi casa y atiendo, con la sorpresa que la vos que
pronuncio mi nombre, no pertenecía a ninguno de los individuos de la familia.
Para mi sorpresa era la vos de Tiago:
-
Hola Adolfo, soy Tiago.
-
¡Que heces Tiaguete! ¿Todo bien? Pregunte…
-
Si, te llamo para decirte que probé el vitel tone…
-
¿En serio? Bueno y… ¿que te pareció?
-
¡Me encanto! ¡Esta riquísimo!
-
Viste… ¿Qué te dije yo?... ¿Cuándo no te gusta algo a
quien tenes que recurrir?
-
¡A vos!
-
Viste, bueno te dejo, que lo disfrutes…
-
¡Para Adolfo! ¡Para!
-
Decime…
-
Adolfo no me gustan los huevos fritos… ¿Me preparas
unos ricos?
-
¡Cuando quieras, y también las supremas “Cordon Bleu”
que te prometí!
Mori de amor… morí de alegría,
pero lo mas increíble de todo esto es que al querer salir por la puerta no
pasaba mi cuerpo, de tan inflado que estaba… (Risas)… “El que sabe, sabe y el
que no es dentista…
La receta de hoy es:
Muffin rellenos de dulce de
leche.
Ingredientes:
Manteca: 300 gs.
Azúcar: 500 gs.
Huevos: 5 unid.
Yemas: 2
Polvo de hornear: 1 cdta.
Sal: una pizca
Esencia de vainilla: c/n
Crema de leche: 1 taza y media
Harina 0000: 400 gs.
Maicena: 100 gs.
Otros: Dulce de leche, azúcar impalpable.
Muffins rellenos con dulce de leche |
Elaboración:
Batir la manteca y el azúcar,
agregar los huevos de a uno por vez batiendo. Agregar la crema de leche y
mezclar con espátula de goma (Sin batir para evitar que se monte la crema)
Agregar la sal, la esencia de vainilla y la harina (Previamente tamizada junto
a la maicena y el polvo de hornear)
Colocar en una manga y rellenar
los pirotines. Con una manga de pico fino, colocar el dulce de leche e
introducirlo en la masa de los maffin.
Cocinar los maffin a 180° hasta
que estén en su punto. Insertar un palillo, al sacarlo debe estar seco.
Espolvorear con azúcar impalpable
y a disfrutar con la familia, con un rico té, con un exquisito café con leche,
unos ricos mates o una fría o caliente chocolatada…
Es mi deseo que la pasen muy
bien, junto a la familia, seres queridos y amigos, saludos del alma, Adolfo.
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