El placer de lo simple...

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martes, 4 de noviembre de 2014

COMO SUSTITUIR LA SAL Y DISFRUTAR DE LAS COMIDAS (7/7)


Como mencione en capítulos anteriores, es importante el consumo de vegetales frescos en todos sus colores, formas y gustos, sumando a ello el consumo de frutas frescas. Es ideal acompañar las comidas con un plato de ensalada, que no necesariamente debe ser la vieja y querida: tomate-cebolla-lechuga (Argentina). Se pueden combinar vegetales crudos y cocidos, junto a legumbres, semillas y cereales. Ahora bien, ¿Cómo suplantamos la sal en estos casos? Respuesta 1: Con la sal de especies del capitulo anterior. Respuesta 2: con una exquisita mayonesa artesanal y con unas opciones únicas y fantásticas que detallo aquí, ahora, y para usted:

Mayonesa:
Ingredientes:
Yema de huevo: 1 unid.
Mostaza: ½ cda.
Pimienta: a gusto
Aceite de oliva extra virgen: 150 ml
Aceite de girasol: 150 ml
Jugo de limón: a gusto

Elaboración:
ATENCIÓN: Todos los ingredientes deberán estar a temperatura ambiente.
Colocar en un bol la yema, la mostaza y la pimienta. Batir. Agregar de agotas el aceite (sin dejar de batir) continuar agregando en forma de hilo fino lentamente. Al final agregar el jugo de limón sin dejar de batir hasta que la mayonesa quede emulsionada. Guardar en la heladera hasta cuatro días.

Mayonesa especial para realzar sabores:
A la mayonesa base que antecede, agregar las siguientes opciones y utilizar las mezclas a gusto de cada comensal:

Opción 1: agregar pasta de ajos (Cocinar una cabeza de ajo, en papel de aluminio, con aceite de oliva y tomillo a 180° 15 minutos, retirar la pulpa)

Opción  2: Pasta de ajos, morrones asados y procesados

Opción 3: Agregar estragon y ciboulete picados.

Opción 4: Semillas de sésamo tostadas, aceto balsámico, miel, pasta de ajos.

Opción 5: Yogur, vinagre blanco, ciboulete, la parte verde de la cebolla de verdeo.

Opción 6: Miel, chiles picados finos (sin semillas), pasta de ajos.

POR ÚLTIMO:

Quería agregar algo más. Mientras releo todas las notas de esta entrega y dejando mí imaginación recorrer sabores, ingredientes y aromas marcados a fuego en mi psiquis, se presentó ante mi una de las elaboraciones más antiguas de la historia: el pan. La verdad es que pensaba en que, comer una porción de esta milenaria preparación sin sal, es  realmente insulso y triste, pero (amo los “peros” con toda mi alma) tengo la solución para sortear esta insignificante piedra en el camino de una alimentación sin sal. Paso a contarte lo siguiente:

NOTA: ¡Atención! Yo, jamás escribí esto, ni mucho menos les aconsejé realizar la preparación de estos panes con la “harina comercial” (la que viene lista para hacer pan) cualquiera que diga que lo vio escrito en algún lugar de las redes socales, diré que fui jaqueado. ¡Queda claro! ¡Verdad! (gracias)

Panes sin sal, pero con sabores únicos.

Ingredientes en la elaboración de la masa
Harina: lista para panes (marca comercial)
Leche: cantidad sugerida en el paquete (En el paquete dice agua)
Aceite de oliva: Igual que lo anterior
Azúcar: según se indique.
Sal: OMITIRLA

Ingredientes para brindar sabor:
1° Preparación: Ajos picados, perejil picado, orégano, ralladura de medio limón.
2° Preparación: Tomates secos, albahaca, cebolla de verdeo.
3° Preparación: apio, nueces, semillas de girasol y amapola.
NOTA: Todos los ingredientes picados.

Elaboración:
Formar la masa como se indica en el rotulo del paquete, cambiando por los datos previamente aportados en la nota (leche y aceite de oliva). Tomar la masa y trabajarla como se indica. Una vez lista dividirla en tres partes. Cada una de ellas estirarla con palote. Colocar los ingredientes para saborizar previamente elaborados. Formar nuevamente los bollos, dejar descansar. Formar bolitas, colocarlas en una asadera, pincelar con yema realizar un cortes en forma de cruz o de rieles de tren y llevar al horno, según se indique. ¡Una maravilla! ¡Me encanta!

Mis queridos amigos, ha sido un placer tan grande, que me desborda la alegría de saber que he podido colaborar y agregar mi granito de arena. Ayudar a aquellos que deban suplir la sal por salud.


Les deseo la mayor felicidad para todos y cada uno de ustedes.

Saludos del alma,
Adolfo Loyola

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