El placer de lo simple...

El placer de lo simple...

viernes, 12 de octubre de 2012

QUE FÁCIL ES ENAMORAR A UNA MUJER...


Receta: Torta helada de dulce de leche

Hace tiempo atrás, me hallaba en el negocio de un amigo, muy cerca de mi hogar. Transitamos la tarde junto a mates y una tortilla llamada “Santiagueña”, que de hecho es riquísima, lleva grasa de cerdo y chicharrones, y se cocina a las brasas. Luego de varias horas de conllevar pensamientos simultáneos, decidimos salir a la puerta a compartir un poco de aire fresco. De pronto la sorpresa aporreó mi pecho. Sentada en un banco perteneciente a la heladería lindante se encontraba Oriana, quien es hija de una amiga de años. Oriana, quien tiene 14 años invitó a su vecina Ludmila de cuatro años a comer helado. Las dos sentadas en el mismo banco.

Como atañe a todo un caballero me allegué a saludar a Oriana y en especial a Ludmila quien me llamo la atención, por el brillo y resplandor que emanaba de su persona, su voz firme, y una aplicación fuera de lo común. Pequeña, delgadita, vivaz, de pelo castaño y apenas lacio y con unos ojos café con leche que cortaban el aire de solo mirarte. Realmente me apresó semejante pequeña y como no puedo con mi genio tenia que actuar… no podía dejar escapar semejante divinidad delante de mis ojos. Tenía que sustraerle una sonrisa y me dispuse a conseguirlo.
Oriana quien se encontraba con las manos llenas de helado, pregunta si puede pasar a lavarse las mismas en el local. Luego de aceptar, se dirigió a su interior para quitar los restos de ese chocolate pegajoso impregnado en sus manos producto de las piruetas de Ludmila.
Nos quedamos solos y llego la primera propuesta:
-         Hola “Lu”
-         Hola.
-         ¿Me convidas helado?
-         ¡NO!
Silencio, me quede en silencio. La respuesta fue rotunda, fuerte, cortante, hiriente, muy hiriente tanto que sentía el frío correr por todo mi cuerpo. Me ataco el ego, no podía bajo ninguna circunstancia, dejar que la respuesta quede de esa manera. Me punzaba hasta el alma, una mujer de 4 años me dejo mal parado frente a todos. No, debía actuar, usar mis encantos mejor guardados y así lo hice dejando pasar varios minutos mientras le obsequiaba sonrisas y miradas cómplices:
-         ¿Está rico el helado? Pregunte haciéndome el distraído.
-         Si, respondió Ludmila.
-         ¿Sabes que es lo que mas deseo en este momento?
Ludmila, alzó levemente los ojos, casi sin esfuerzo y con una mirada segura, como sacando una instantánea polaroid.
-         ¿Qué? (Con tono insignificante)
-         Me encantaría poder encontrarme con una fantástica mujercita, hermosa, dulce, tierna, maravillosa, única y re-linda que este disfrutando de un rico helado y que ella gentilmente me convide una cucharadita… Pero: ¿Dónde podré encontrarla?

En ese momento me encontraba contemplando el horizonte, casi despreocupado, pero con la confianza suficiente en mi poder de enamoramiento y la vos de la dulzura no se hizo esperar…
Ludmila levanto la vista y esbozó una sonrisa pícara, como pocas veces he visto. Apenas giró su rostro hacia mí y desprendió su vos:
-         Bueno, yo te convido y solo por una cosa…
-         A si y ¿Qué es?
-         Que… sos una persona que piensa y muy inteligente…
(Traducido  a la adultez según expertos presentes: “Adolfo, sos todo un caballero”) Risas…

Fue la más exquisita cucharada de helado que probé en mi vida, pero también fue uno de los momentos más lindos que me dio la vida. Una niña de solo cuatro años, llevaba dentro de si y de manera innata la esencia de una mujer y me lo hizo saber, y  también a todos los presentes. Compartimos helado, sonrisas cómplices y me gane el amor de una mujercita de cuatro años con solo unas palabras. Aunque debo reconocer que su actitud me ha dejado estupefacto, tanto que al recordarla se me pone la piel de gallina. Ludmila, una mujer maravillosa de solo cuatro años.
Termino con una pregunta que va y viene: ¿Qué será del mundo cuando esa niña se convierta en mujer? ¡Dios libre a los hombres de ese momento!

Hecho el depósito que marca la ley 11.723, todos los derechos reservados sobre esta obra, total o parcial. Quedan reservados todos los derechos de explotación. El contenido aquí presentado, se rige por las leyes de la República Argentina y se encuentra protegido por la legislación nacional e internacional sobre propiedad intelectual e industrial. Copyright © 2012.

Como no puede ser de otra manera, nada mejor para un rico helado que una torta helada.

                                         Torta helada de dulce de leche, nueces, y crema moka.


Ingredientes:
Piononos: 2 unid.
Nueces: 200 gs enteras.

Baño de pionono:
Azúcar: 100 gs.
Agua: 200 cc.
Café instantáneo: 1 cda.
Licor de café: 50 cc.

Colocar el azúcar y el agua e una cacerola y llevar al fuego. Una vez formado el almíbar agregar el café instantáneo y diluir. En frío agregar el licor de café y reservar.

Crema de dulce de leche.
Yemas 5
Huevos 2
Almíbar:
Agua: 30 cc.
Azúcar: 90 gs.
Gelatina sin sabor: 12 gs.
Dulce de leche repostero: 200 gs.
Crema de leche: 300 cc.
Licor de café: 20 cc.

En un bol colocar las yemas y los huevos y batir. Agregar en forma de hilo el almíbar a 120°, sin dejar de batir la preparación, batir hasta que este a temperatura ambiente. Incorporar la gelatina diluida en agua tibia.
En otro bol, batir el dulce de leche junto a la crema de leche y el licor a punto medio. (Que no se pase). Agregar esta preparación al batido anterior y mezclar hasta que este bien homogéneo. Reservar.

NOTA: Almíbar 120°. Teniendo en cuenta que no todos cuentan en sus hogares con termómetros para almíbar u otro tipo, paso a comentarles cual es el punto del almíbar: El famoso 120° es el punto pasadito del llamado “Bola Blanda”, que es el primer punto de saturación del almíbar. Para saber cuando esta a punto podemos recurrir a nuestros dedos. Colocar la preparación al fuego y cuando comience a hervir, realizamos la siguiente acción. En un bol colocamos agua y hielo, dejamos que enfríe. Colocamos el dedo pulgar e índice dentro del hielo e inmediatamente lo introducimos en el almíbar. ¡Que! ¡Me quemo! Respuesta ¡NO! No te quemas si realizas la acción rápidamente. Una vez que retiras los dedos comenzar a formar una bolita con el almíbar. Esta a punto cuando mantiene la forma de bolita pero al apretarlo esta blando.

Crema Moka.
Leche: 300 cc.
Azúcar: 150 gs.
Yemas: 6 unid.
Mantequilla: 500 gs.
Café instantáneo: cuatro cucharadas

En una cacerola colocamos la leche con el café, junto a 50 gs. de azúcar y llevamos a fuego medio, hasta que caliente y el azúcar se disuelva pero que no hierva.
En un bol agregamos las yemas con el resto del azúcar y batimos hasta blanquear. En ese momento agregamos la leche caliente en forma de hilo mientras mezclamos con batidor. Colocamos la preparación a fuego bajo y dejamos que espese. Dejar enfriar. Colocar esta crema ya fría en un bol y batir agregando de apoco la manteca a temperatura ambiente hasta que este espumosa.

Armado:
Cortar cada pionono en dos (Quedan cuatro capas). En una fuente colocar un pionono, pincelar con el almíbar de licor, agregar un parte de la crema de dulce de leche, y agregar algunas nueces. Repetir con todas la capas. Al llegar a la última, pincelar con el almíbar de licor y terminar con la crema moka. Llevar a la heladera hasta el día siguiente o llevar al freezer. Servir acompañado de nueces, salsa de chocolate o espolvoreado con cacao amargo y copos de crema.

A disfrutar que de eso se trata, saludos del alma…


                                                          Saludos del alma, Adolfo Loyola.

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